El país más "feliz del mundo"
Recientemente vi en la DW (Deutsche Welle - uno de mis canales preferidos), que este año según el “World Happiness Report”, la red de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas (SDSN) declaró que Dinamarca vence nuevamente por tercera vez como el “país más feliz del mundo”, por encima de países como Suiza (2) o Islandia (3).
Lo que no sabia es que éste año, además de medir la felicidad con base en el ingreso per cápita o la "libertad" para decidir, y observar cuán optimistas son las personas sobre su vida a futuro, también se analizó la distribución del “bienestar”. En otras palabras, por primera vez la ONU mira cómo la inequidad (entendida por lo general en recursos económicos) afecta la sensación de felicidad.
Con base en lo anterior podríamos decir que Dinamarca debe ser uno de los países más “igualitarios” porque la sensación de bienestar se mueve de manera general en todo el país, pero resulta que según uno de los escritores más reconocidos de este país, a pesar de contar con cobertura de salud universal, trabajar sólo 36 horas a la semana, gozar de 5 semanas de vacaciones al año, tener las mejores universidades gratuitas, miles de becas para posgrados, permisos de maternidad por un año con sueldo completo, recibir un aporte del Estado de 1.000 euros por cada bebe que nace hasta que cumpla los 18 años e incluso al estar desempleados recibir subsidios por un largo periodo de tiempo (mínimo de 850 euros al mes), en Dinamarca, la “felicidad” no es causada por estas maravillosas condiciones ó como diríamos excelente “calidad de vida”
Un estudio relacionado con el tema demostró que cuando una sociedad sólo persigue dinero, está buscando en el lugar equivocado, el verdadero significado de “Felicidad” en su máxima expresión, viene de disfrutar las cosas simples de la vida… me llamó mucho la atención este estudio de los Daneses, pues la investigación se hizo con la mayor parte de la población, y cuando les preguntaban que era lo que realmente los hacía felices, decían cosas tan simples como…
Disfrutar de una taza de chocolate al calor de la chimenea, sacar a pasear su mascota, visitar a los abuelos, tener una conversación profunda ó un simple paseo en bicicleta con la persona que aman, estas fueron algunas de las respuestas mas recurrentes, valoran demasiado la tranquilidad espiritual (el amor a Dios), hacer ejercicio, trabajar en lo que les gusta, la presencia de una mascota en sus vidas, pero más que nada el tiempo con la familia, para ellos esa es la clave “No se puede ser feliz en soledad”
En conclusión, más que acumular riqueza y vivir rodeados de todas las posibles comodidades, valorar las cosas más sencillas de la vida es lo que realmente vale la pena, también reafirmó como ya lo he dicho en otros escritos, que el único objetivo de nuestras vidas al venir a este mundo es llegar a ser “felices” y “trascender”!
